SENDEROS
Andando
por el camino labrado de las tristezas
llevo
en el cuerpo grabadas las marcas y las reseñas
de
muchos días cansados y muchas noches eternas.
Tengo
en las manos dibujos de trabajos y de penas.
y
en la piel tengo el cansancio de cicatrices ajenas.
Hay
muchas cosas oscuras y muchas angustias viejas
marcadas
en los senderos que me dibujan las venas…
Hay
muchos pasos perdidos por interminables sendas,
muchos
dolores, angustias disgregadas y dispersas
por
entresijos extraños donde he perdido las cuentas.
Tengo
tantas horas juntas detrás de ilusiones sueltas
que
el corazón adiestrado me va limando asperezas.
Tengo
proyectos perdidos, ilusiones y proezas
que
se quedaron ocultas equivocando veredas.
Tengo
dos ojos atentos limpiando las impurezas
de
vientos huracanados de lágrimas y durezas.
Mi
tiempo es un libro eterno que no sabe de perezas
y
mis espaldas un arco curvado en las obediencias.
Tengo
caricias esquivas rugiendo por las cavernas
llorándome
los deseos perdidos en las tormentas.
Ahora,
mirando los años perdidos sin experiencias
quiero
dejar sus reflejos gravados entre poemas
para
que nadie me copie, para que otros aprendan
del
tiempo que me he perdido casi caminando a ciegas.
Yo
quise comerme el mundo con palabras y poemas
pero
el mundo contestó cerrándome muchas puertas.
Ahora
vivo sin remedio porque mis años se alejan
por la senda y el reguero que tiene mi sangre vieja.
(Este poema pertenece a mi libro SENDEROS DEL ALMA)
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