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A los humanos las palabras nos salen a raudales, son como un riachuelo de desahogo que el alma necesita, un hilo de unión entre lo que pensamos y nuestro comportamiento, son esa técnica que el cuerpo desconoce pero el espíritu domina, hablar es la manera que el subconsciente tiene para definir nuestros actos, es quién pone rostro a nuestra personalidad; el silencio es la incógnita que nada demuestra, sin embargo la palabra es la etiqueta personal de cada uno... ¡Por eso la palabra debe ser prudente, sencilla limpia y educada, porque es la que deja entrever en realidad como es nuestro interior, es la verdadera cara de nuestro centro espiritual!
Hubo una vez, Señor, que quise ser
poeta.
Sentí ansias de abrir las puertas
de la vida.
Quise dejar el alma por mundos
invisibles
sin pararme a pensar en llagas y en
heridas.
Hablé de sentimientos, de
desengaños rotos,
de sueños e ilusiones, de amor y fantasías,
llenando al corazón de altares y
esperanza,
dibujando proyectos, describiendo utopías.
Inventé un mundo nuevo con una
selva virgen,
un oasis perfecto repleto de
armonías,
y en su carpa de sueños puse un
cielo visible
con su legión de santos donde me
protegía.
¡Qué ilusa fui Dios mío! ¡Qué
ignorancia la mía!
Aquel mundo precioso de ensueño
dibujado
fue un castillo de naipes que se
cayó un día.
Esta alondra cantora de vuelo raso
y corto.
Este corazón cándido de pálpito y
poesía
que nada entre las aguas del verso
y la palabra,
igual que la gacela que en su
pastar confía
cayó en la telaraña del miedo y los
enredos
y el canto de sirenas que el mundo
le ofrecía.
Hoy mi mar de palabras es torre sin
soporte,
un barco sin bagaje, una ilusión
sin guía,
un reloj sin manilla, una alondra
sin alas,
un tiempo agonizante…¡Una esperanza
fría!
Granada Sandoval.
4-10-2018
https://esperanzasandoval.blogspot.com/search/label/REFLEJOS%20DEL%20ALMA
RESUMEN
Hubo veces que pensé tenerlo todo.
En un triste caminar de tierra y
fuego.
Y en el pobre caminar de mis
espacios
se me fue yendo la luz falta de
tiempo.
¡Qué pobreza de paz no conseguida!
¡Qué golpe de egoísmo por los
huesos!
¡Qué cansancio final en la
epidermis!
¡Qué en gaño, qué dolor en todo el
cuerpo!
II
Yo tengo en propiedad poquitas
cosas.
Apenas los suspiros, ni eso tengo,
pues tengo el corazón hipotecado
esclavo del amor y del silencio.
A penas si me queda una esperanza,
aquella compañera de otro tiempo
que tuve que dejarla que muriera
por no saber llevarla en
desacuerdo.
La luz de la mirada está rendida
del peso de los años, ya no hay
viento
que traiga a su retina claridades
de tanta oscuridad como le han
hecho.
La voz va temblorosa por mis labios
rendida de gritar el desconcierto,
cansada de contar incertidumbres
ahogada de decir siempre…¡Lo
siento!
Apego por los míos, tengo mucho,
quizá será lo único que tengo,
pues ellos son los ríos de mis venas
y son el capital que aquí me dejo.
Hay veces que pensé tenerlo todo,
más luego el desengaño llegó presto
a darme en el revés del egoísmo,
a darme una lección y poner freno.
Los sueños en mi vida fueron
muchos,
mas luego se quedaron solo en
sueños,
la vida se encargó segura y fría
de darme en la diana del destiempo.
III
Ahora, caminando justo al borde
donde todo es tan oscuro y
siniestro,
donde todo se me hace una montaña
de imposible escalar… ¡No tengo
esfuerzo!
¡Solo me queda esperar…solo esperar
con el alma callada… resumiendo
cada tramo de vida que he vivido
hasta el punto final de este
trayecto!
Granada Sandoval.
https://esperanzasandoval.blogspot.com/
ARRIBA (En recuerdo del primer amor)
Más arriba del
silencio
donde la nada
responde
sumida en mis
soledades
se quedó una vez tu nombre.
Un nombre de siete
letras
que se clavó en mis
andares
para no borrarse
nunca
con sus notas
musicales.
Sus letras van en
susurro
sin traspasar los
umbrales
de este mundo de
quimeras
que gime en mis
vaguedades.
Son letras
intermitentes
flotando en las
oquedades
del torbellino de versos
tormento de mis
pesares.
Contiene tres consonantes,
las demás danzan al
aire
con el sonido
distinto
que producen sus bocales.
Jamás salió de mi
boca,
son solo dos iniciales,
las que me forma el recuerdo
fuera de mis
soledades.
Arriba, suspiro
arriba,
No tiene permiso
nadie a
Traspasar el secreto
Oculto de eternidades...
¡Nadie, ni las
mismas letras
Impresas y
desiguales
Osaran decir tu nombre...!
Osaran decir tu nombre...!
¡Para que no sepa
nadie
el dolor que fue en mi alma
porque no logré
olvidarte!
17-6-2018
A TI HAY QUE RESPIRARTE
A ti no se te quiere, me dijo un día,
a ti hay que respirarte porque
hueles a verdad, a sangre mía
porque tienes en la piel sabor a trigo
y en los ojos el caudal de la poesía.
A ti no hay que quererte, ni adorarte,
ni cubrirte de absurda palabrería,
porque tu eres ya fuego inesorable
recubierta con el sol de Andalucía.
A ti hay que beberte como al agua,
absorberte como se absorbe cada día
la porción del aire necesario
donde late el corazón con alegría.
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