jueves, 17 de noviembre de 2011

ELVIRA (De mi libro fantasías y leyendas)






A ELVIRA    

(Una preciosa niña que lleva ese nombre tan emblemático de las tierras de Granada y porque por sus venas corre la sangre catalana de mi buen amigo Vicente Esteve)

Cuenta una antigua leyenda, que allá por las tierras preferidas de los dioses hubo una mujer muy hermosa, la más bella entre las bellas, dice que sus ojos eran como dos misterios de azabache, dos perlas entre sedas y abanicos, que sus carnes de terciopelo rosa nieve eran una promesa de vida palpitando de emociones, que su pelo era un mantón de seda oscuro que se extendía por su espalda en largura interminable hasta lograr tocar sus pies de gacela. Dice que era humana y era reina, reina de las tierras más hermosa del Sur, que era dueña de los valles, de los ríos, de la extensión montañosa que circundaba el horizonte, dueña de su cuerpo, dueña de su alma pura como la brisa del alba y dueña de toda la fantasía que guardaba oculta en el precioso cofre de su corazón.
Dice también que los hombres temblaban al nombrarla mientras que la devoraban con los ojos y dicen también que los dioses envidiaban a los hombres que tenían la suerte de disfrutar de su belleza cuando se mostraba ante ellos.
Cuentan, que un día, Elvira se estaba bañando desnuda en las aguas purísimas que se deslizan de las cumbres, las aguas cristalinas acariciaban el cuerpo de la doncella arropándola con sombras y murmullos mientras ella se deleitaba en el frescor íntimo de su abrazo.
Aquel día, fue testigo el Sol de un derroche de belleza, como jamás fue vista en parte alguna del planeta.
El río, se recreaba en la belleza de Elvira, en el carmín de sus labios, en el fuego de sus ojos, en sus carnes de nácar rosa que jugaban dulces y niñas.
La luz se había hecho sonrisa como una flor de nenúfar resbalando por sus brazos que parecían dos palomas abrazadas a la espuma, la espuma, agua limpia cariñosa de blancura acariciaba a la mujer, así mujer y agua, agua y paisaje, se regodeaban de placer disfrutándose ambas ajenas a unos ojos lascivos que no dejaba de mirarlas.
Elvira, confiada y pura salió del río despojándose del agua con la gracia de una diosa que se desnuda de un sueño, sus pies de espuma y azúcar caminaban por la orilla como una alondra descalza que acariciara la juncia.
Se fue avanzando en silencio mientras secaba su pelo con las caricias del viento. Así, entre el placer de la brisa, el calor del sol y el perfume de jazmines caminaba la joven sin  sospechar que alguien la estaba mirando con avidez malsana deseando y profanando todo el esplendor de su belleza.
Era Júpiter, Dios del rayo, un eterno seductor lúdico y lascivo que enardecido de deseo por aquella hija de los hombres se recreaba con ojos enrojecidos por el placer.
Ella, inocente y ajena, caminaba dejándose acariciar por el Sol y por las flores.
Fue tanto el deseo que despertó en el dios que le observaba, que éste no pudo reprimir el ansia de poseerla.
Júpiter era consciente de la imposibilidad de conseguirla como dios, ya que a los dioses no les estaba permitido mezclar su divinidad con los humanos, por eso tuvo que recurrir a pesar de ser tan poderoso, a rebajar su poder hasta el engaño, por eso convirtió su fuerza en la suavidad de las flores, su voz en un susurro, y el esplendor de sus rayos y sus regias vestiduras en el humilde atuendo de un campesino.
Se presentó ante la joven diciéndole así al descender del Olimpo.
_ “No tengas miedo de mí, Oh dulce placer de los ojos, solo quiero darte amor, ofréceteme dulce niña, soy Júpiter, Dios de dioses, más por ti me he hecho hombre y deseo que tú seas mí diosa”.
Ella, tímida y pura se cubrió con los cabellos todo su cuerpo y esto la hizo aún más hermosa a los ojos del dios, que al verla  creció más su ansia de poseerla pues la vio tal como si una rosa quisiera esconder su perfuma cobijándose en los pétalos.
_ ¡”OH Júpiter pecaminoso, aléjate de mí!” Respondió la joven desconsoladamente, pero el dios no estaba dispuesto dejar escapar su presa, corrió tras ella gestando otros planes para poder disfrutarla.
Entre tanto, Juno, la esposa de Júpiter que contemplaba desde el Olimpo la escena, se sintió traicionada por lo que empezó a utilizar todo su poder para vengarse de Elvira fustigada por el dolor de verse traicionada.
Júpiter, al ver los planes de venganza de la diosa, le suplicó que no le hiciese daño a la joven, pero la diosa no tenía intención de perdonarla, solo quería destruir a su rival, al  comprobar Júpiter el furor desmesurado de su esposa insistió en sus ruegos y entre súplica y súplica, metamorfoseó a Elvira, la convirtió en una hermosa gacela deseoso de salvarla de las iras de Juno, Elvira convertida en gacela se fue galopando hacia las cumbres de la sierra, iba enloquecida porque Juno la perseguía por un lado con rabia y celos, Júpiter apasionado y loco de deseo también corría tras ella, la pobre Elvira aterrorizada huía  desesperada por la persecución de los dos dioses que la acosaban en partes iguales, en la huida cayó por un precipicio despeñándose y quedando mal herida en el pecho.
Al verla tan mal, Júpiter le pidió a su esposa que tuviese piedad de ella diciéndole.
_ “Perdona su vida y te juro que no volveré a buscarla jamás”.
_ “Solo la perdonaré con la condición de que nunca vuelva a ser una mujer”, dijo la diosa.
_ “Está bien, pero tampoco la dejaras que sea un animal”, dijo el dios.
_ “Tampoco la dejare ser un vegetal”, dijo la diosa con doloroso acento.
Los montes, los cerros, los valles del Sur fueron testigos de los estruendos de rayos y centellas que retumbaron con estrépito por la disputa divina que mantuvieron los dos dioses para ponerse de acuerdo.
Júpiter fue derrotado, pero a la vez victorioso porque consiguió que al final Juno se compadeciera de su amada Elvira. La diosa al ver a Júpiter que suplicaba con la vista baja lleno de dolor y arrepentido, perdonó a Elvira y le otorgó una gracia,
“Te otorgo el don de que seas para siempre una ciudad”, Dijo la diosa.
 Pasaron muchos cientos de años por la lluvia incesante de los siglos y la ciudad de Elvira fue poseída por los visigodos que la vistieron de piedras primigenias, de trajes primorosos y hermosa arquitectura, fue habitada por gentes que la amaron y la engrandecieron.
Después se enamoraron de ella grandes hombres, y reyes de Oriente que la convirtieron en una sultana, la adornaron de sedas y encajes entre jardines y palacios de ensueño.
En la colina donde se derramó la sangre de Elvira hicieron un jardín maravilloso, de las entrañas de la tierra brotó una fuente donde la niña derramó su llanto,  la llamaron Annadamar, “La fuente de las lagrimas”, por los lugares por donde persiguieron a Elvira hoy se revuelca el Albaicín, se corona su recuerdo con la flor del precioso granado, la ciudad tomo el nombre de Granada, ciudad de la raíz de Elvira, ¡Rayo verde, verde y rojo, sangre de una diosa y flor de un dios enamorado!
¡Ilibiris, Charnata! ¡Hoy, el jardín de Al – Ándalus!            

viernes, 4 de noviembre de 2011

URSULA


ÚRSULA
Raro nombre de mujer
Dije al escuchar tu nombre
Después lo deletree
Y conforme lo fui haciendo
¡Qué hermoso nombre pensé!
U… De  UNIVERSO veía
R… DE UN ROSAL PRECIOSO
S… DE UN SOL LUMINOSO
U… de unión AL ALMA MÍA.
L… DE LUZ EN TUS OJOS
A …DE AMOR, ¡DULCE AMBROSÍA!
que EN EL FONDO DE TUS OJOS
abarcando su EMISFERIO
hay una fuente preciosa
DE ACUARELAS Y MISTERIO
¿Qué embrujo hay en tus ojos
Para que yo esté sintiendo
Tanta belleza en tu nombre
Mientras que estoy escribiendo?

Con todo mi cariño para vosotros: Pedro y Úrsula que habéis llegado a mi vida como todas las cosas buenas, inesperadamente.

25-3-2010      
                                                            Granada Sandoval

domingo, 23 de octubre de 2011

RADIOGRAFÍA DE UN POEMA (Análisis del poema de Federico García Lorca LA MONJA GITANA)




PICAR VÍDEO PARA LEER CON MÚSICA



RADIOGRAFÍA DE UN POEMA POR GRANADA SANDOVAL

Analizando el poema de Federico García Lorca 
LA MONJA GITANA

Siempre que he intentado descifrar el rompecabezas de los poemas de Lorca he gozado lo indecible.
Tengo que reconocer que siempre me han obsesionado, precisamente por la dificultad que muchos de ellos presentan cuando uno desea penetrar en sus misteriosa simbología.
Cuando se lee a Lorca uno va de sorpresa en sorpresa, sobre todo cuando piensa haber descifrado alguno de los versos con los que el poeta adorna sus poemas; yo quedo asombrada al comprobar la maestría que empleaba este autor para decir todo cuanto deseaba decir y que en aquella época estaba totalmente prohibido, por aquél entonces eran tabú muchas cosas, pero él, cuando quería señalar o dejar constancia de algo, lo enmascaraba con una destreza inigualable. 
Federico García Lorca cuando se proponía encubrir una idea, bien fuera por la importancia social que la representaba, bien por mantener su intimidad o por su propio capricho de poeta, se recreaba en la metáfora en el misterio y en la simbología, y lo hacía con un dominio descomunal; se valió de eso para dejar entre renglones las pistas suficientes para que todo aquel que en tiempos futuros quisiera estudiar su obra pudiera descifrar sus vivencias.
Dado que la lírica de Lorca es una de las más inescrutables que yo conozco, debido a la insólita capacidad que el poeta tenía para introducirse en el campo de los símbolos, pienso sin temor a equivocarme que era debido a su ambivalencia personal, se apoyó con más ahínco en ellos dado que eso le daba mayor libertad de expresión, la riqueza de los significados son y serán siempre el arma secreta del creador, y también el reto más difícil para aquel que de alguna forma desea dominar el arte poético con un doble sentido.
Estudiando a Lorca se introduce uno en una riqueza de significados profundos, debido precisamente a esa profundidad se da uno cuenta rápido que los poemas lorquianos van sin esfuerzo hacia la vertiente del doble sentido, hacia la inmensa grandeza de un poderoso creador.
Leyendo a este poeta se introduce uno con facilidad en el intenso mundo de las letras, el universo entero se empequeñece llenándose de belleza y de misterio en el pequeño espacio del símbolo y la metáfora, en ese espacio tan diminuto, el escritor abre un mundo luminoso para hacer una escuela pura llena de imágenes. 
Es la poesía de García Lorca un abanico de creatividad tan inmensa, tan especial, que se abre el entendimiento del lector como la flor más hermosa, la poesía de este autor es un estallido de belleza que lo impregna todo, un esenciero profético que invita constantemente a seguir profundizando hasta lograr ver la luz que da claridad a sus significados.
Es, en fin, la obra de un genio, que a pesar de morir tan joven, supo dejarla totalmente hilvanada para que las generaciones futuras pudieran desvelar todo cuanto su prodigiosa inteligencia quiso predecir en sus escritos.
Muchos son los que hasta ahora han trabajado en este empeño, también son muchos los logros conseguidos hasta hoy analizando sus verso, pero es mucho más aún el camino que queda por andar y mucho más el que queda por descifrar de esta obra.
Yo, también, picada por el duende lorquiano, he tenido el atrevimiento de intentarlo, no sé hasta qué punto lo habré conseguido, pero me queda la satisfacción personal que ha representado para mí el haberlo intentado.
Son varios los poemas que he estudiado a fondo y creo estar segura de haber conseguido descifrar algo de lo que a mi parecer quería decir el poeta en algunos de sus verso.
Por ejemplo, uno de los que despertaban más mi curiosidad era el poema de la monja gitana, este poema que el poeta escribió posiblemente entre los años 1924-1927 y que está incluido en el romancero gitano publicado por esas fechas, al leerlo me hacía releer verso a verso muchas veces intentando comprender el significado que se escondía tras los simbolismos. 
Una de las cosas que más me llamaba la atención era la lucha interior que demostraba el personaje principal, esa mujer joven que enclaustrada, que vivía sujeta a la disciplina del convento y sin embargo sentía con ansias el deseo de libertad, yo no acababa de entender tanto sufrimiento; pues se supone que una monja ingresa en el convento por propia voluntad, entonces, ¿Como la protagonista de este poema lo vivía como un sacrificio? incluso los deseos carnales que se traslucen en aras del misticismo se me antojaban a mí como un reproche; esto, visto así a simple lectura no tenía explicación alguna.
Lo leía y lo releía pero por más que me esforzaba no conseguía entenderlo, enredada en esta incógnita pasaron varios años, es decir muchos años, tuvo que llegar 1986 para que yo pudiera ver claro el misterio de este poema, para lograr comprender lo que el poeta quiso transmitir en él. 
Les cuento, yo presencie en ese año un caso que muy bien podría tener algún parecido con el que pudo presenciar Federico para escribir dicho poema.
Yo tenía un comercio de confecciones y una gitana como de unos diecinueve o veinte años me visitaba de vez en cuando, 
le había ayudado en alguna ocasiones dándole alguna prenda pasada de temporada o porque se me habían desteñido del sol al estar expuestas en el escaparate, era una chica que hablaba muy poco, quizá demasiado poco, ya que las primeras veces apenas me saludaba, solo me decía hola me miraba con sus ojos inmensos y me daba las gracias por lo que le obsequiaba; Yo si que le hablaba bastante, le explicaba algunas cosas y le reprochaba otras, como por ejemplo le decía, ¿por qué algunos gitanos vagais siempre ambulantes? ¿Por qué vivís de la mendicidad y rechazais adaptaros a nuestras leyes? ella nunca me contestaba, se limitaba a sonreír, me escuchaba se encogía de hombros y callaba.
Pasó tiempo así, pero poquito a poco fue tomando alguna confianza y un día me dijo que ella no tenía a nadie, me pareció muy raro porque la raza gitana se caracteriza precisamente por la unión y la fuerza del clan familiar, por la ayuda que unos a otros se dan aun sin ser parientes, se lo dije así, y me contestó que su caso era un caso muy especial.
Continuó viniendo, tomo un poco más de confianza conmigo y un día me dijo que las cosas se le estaban poniendo cada vez peor, que a lo mejor tendría que dejar de venir, le pregunté por qué y se me puso a llorar desconsoladamente diciendo que se marchaba lejos por miedo, me dijo que se sentía amenazada de muerte, que solo me diría el motivo de porqué se sentía así pero que no le preguntara más cosas, entonces me contó que ella estaba prometida desde los quince años con un gitano, que había de por medio un compromiso firmado en juramento con dinero dado en prenda, que ella había quebrantado ese juramento enamorándose de un payo fugándose con él, qué este la había engañado y estaba embarazada de tres meses, que estaba repudiada y los del clan la andaban buscando pero que ella tenía mucho miedo. 
Hasta aquí todo me parecía muy injusto pero normal ya que tengo alguna noción de la severidad con que los gitanos pueden actuar en estos casos, pero lo que me hizo dar un vuelco en la sangre fueron las palabras que me dijo la chica al despedirse de mí, me miró fijamente a los ojos y dijo, “Tengo los caminos cerrados, los gitanos no me quieren reconocer ya como de los suyos, los payos no me van a dar ayuda ni trabajo, solo me queda abortar, meterme a puta o pedir limosna la payas lo tenéis mejor porque siempre encontráis una salida, tenéis la familia los amigos y si no os metéis a monja” Esta frase fue la clave, yo le dije, y tú, porque no lo haces así, la chica me sonrió y me dijo, “¿Tú te imaginas lo que sería para una gitana verse entre cuatro paredes para toda la vida...?” 
De pronto se me abrió la mente y pensé, ¡Esa, esa es la monja gitana de Lorca!
Cuando se fue la chica, que por cierto no he vuelto a saber nada de ella, volví a releer el poema y lo vi todo clarísimo. Si no, vamos a repasar los versos y podrán comprobarlo conmigo. Pero antes voy a poner el poema que yo le hice a ella aquel día titulado.


EL VIENTRE INDEFENSO.

En la quietud de la tarde
cuando el sol adormecía,
vistiendo traje anchuroso,
la piel morena y curtida,
una gitana de bronce
tristemente me decía.
“El viento se va en la tarde
y allá, por la lejanía,
también se va una promesa
que me juraron un día”
Los labios, rojos de auroras,
temblando se estremecían
heridos por el recuerdo
que le daba esta agonía.
“Llena estoy de amor amargo.
Mi corazón, rosa fría,
se está muriendo en la sombra
desorientada y “perdía”.
“Mañana, tal vez mañana,
cuando transcurran los días,
esto que late en mi vientre
será flor de Alejandría”
El dolor plegó sus alas
mientras la noche cernía
lluvia de ceniza y hielo
por su cálida sonrisa.
Por las sendas de su sangre
el corazón va de prisa
con galopar de promesas
y perfumes de artemisa.
La niña, sombra en los ojos,
besando al viento de prisa
se palpa el vientre indefenso
que al tacto mueve la brisa.

Sant Joan Despí (1986)


Después de esto vamos a volver sobre el romance de Federico García Lorca “LA MONJA GITANA y vamos a analizar los versos que para mí dan la clave de este poema.

LA MONJA GITANA.

Silencio de cal y mirto.
Malvas en las hierbas finas.
La monja borda alhelíes
sobre la tela pajiza.
Vuelan en la araña gris,
siete pájaros del prisma.
La iglesia gruñe lejos
como un oso panza arriba.
¡Qué bien borda! ¡Con qué gracia!
Sobre la teja pajiza,
ella quisiera bordar
flores de su fantasía.
¡Qué girasol! ¡Qué magnolia
de lentejuelas y cintas!
¡Qué azafranes y qué lunas,
en el mantel de la misa!
Cinco toronjas se endulzan
en la cercana cocina.
Las cinco llagas de Cristo
cortadas en Almería.
Por los ojos de la monja
galopan dos caballistas.
Un rumor último y sordo
le despega la camisa,
y al mirar nubes y montes
en las yertas lejanías.
Se quiebra su corazón
de azúcar y yerbaluisa.
¡Oh! ¡Qué llanura empinada
con veinte soles arriba!
¡Qué ríos puestos de pie
vislumbra su fantasía!
Pero sigue con sus flores,
mientras que de pie, en la brisa,
la luz juega al ajedrez
alto de la celosía.

(Federico García Lorca)



Empecemos a analizar el poema por el primer verso “Silencio de cal y mirto” es decir el convento, la monja gitana está bordando, pero hay una “araña gris” ¿que está tejiendo esa araña gris? para mí es la matriz femenina que está trabajando, algo que solo se podría ver a través de un "prisma" hoy ya se ve con las ecografías, esos “siete pájaros” para mí son los siete meses de embarazo, ese embarazo es motivo suficiente para que la iglesia “gruña como un oso panza arriba” gruña, reniegue, censure, rechace o se enfade, pero que no puede negar el cobijo a quien fue a pedir ayuda refugiándose en el noviciado.
Sin embargo la chica demuestra su laboriosidad, el primor de las manos gitanas son expertas en trabajos manuales y en adornos de “lentejuelas y cintas”, con las que de haber sido un embarazo normal dentro de las leyes de su raza lo habría hecho así. 
A ella le gustaría que fuese de esa manera las “lentejuelas y cintas” son adornos muy corrientes en los atavíos y aderezos con los que las gitanas pudientes les gusta adornar a sus retoños y adornar bodas y bautizos. 
Pero la “Monja gitana” no tiene más remedio que conformarse con lo que está haciendo aunque para ella, que es una gitana humilde, ya que su pobreza lo aclara en el segundo verso del poema, cuando la compara a una “Malva entre las hierbas finas”, es decir, entre las monjas también hay clases, no es lo mismo entrar en un convento con la ropa puesta que aportar capital. La monja de García Lorca, al igual que mi gitana del año 1986, también tuvo que ser pobre, tuvo que estar desamparada y seguro fue repudiada y perseguida, seguro que se vio sin recursos y seguro que acudió al convento, por eso tenía que aguantarse aunque no de buen grado ya que su sufrimiento lo deja el poeta patente empleando el símbolo de “Las cinco llagas de Cristo” y además de decirnos que el suceso fue en Almería nos aclara con más claridad su dolor cuando dice que por más que se lo quieran “endulzar en la cocina” es decir llenando su estómago a cambio de trabajo, no se le achican las penas, estas están siempre presentes en sus recuerdos, los recuerdos son demasiados dolorosos “Le quiebran su corazón de azúcar y yerbaluisa” al recordar a “Los dos caballistas” es decir al novio legítimo y al “otro”, al payo, el traidor que la dejó embarazada.
El embarazo se ratifica, cuando al verse acosada por los recuerdos y embargada por la emoción el niño se mueve en sus entrañas con ese “Rumor último y sordo” que le despega la camisa del cuerpo, “Esa llanura empinada”, ese vientre de siete meses que es una presencia constante para aumentar su calvario.
La angustia es todavía más fuerte “Al mirar nubes y montes en las yertas lejanías” es decir, ella sabe de sobra que el niño no le pertenece, que al estar en el noviciado el futuro de su hijo es incierto, al nacer el niño traspasará los muros del convento hacia un horizonte incierto, será hijo de la inclusa en un destino desconocido para ella,o adoptado por cualquier matrimonio sin hijos por recomendación de la iglesia.
La monja se acaricia el vientre, “La llanura empinada” y nos aclara el verso incluso la edad de la gitana, veinte años “Veinte soles arriba”.
Toda su sangre se altera, toda su sangre gitana se enerva, se pone de pie, “Son todos los ríos de su sangre” los que deciden ahogarla en una loca fantasía llena de sueños, llena de libertad.
Pero se tiene que doblegar, tiene que continuar haciendo lo que el destino le ha deparado, seguir bordando mientras la luz del día, la pizca de libertad que percibe en el claustro parece burlarse de su sufrimiento “jugando al ajedrez” a través de los cristales del convento. 
Yo no sé hasta qué punto pudiera tener semejanza estas dos historias, lo cierto es que a mí me queda una pregunta en el aire, ¿por qué la chica que yo conocí sabía que “las payas cuando nos pasa una cosa así nos queda una salida que a ellas les parece menos asequible, ”Os metéis a monjas”me dijo... "A nosotros es raro que nos dejen hacer eso"
Creo que esta fue la circunstancia que conoció Federico García Lorca, la que le causó impacto y de alguna forma quiso dejar constancia, pero bien por el régimen de censura de aquel tiempo, o por temor a herir y provocar reyertas en una raza que él conocía muy bien, disfrazó todo de simbolismo pero así dejar reflejado el caso con un montón de pistas que son bastante evidentes, y mira por donde en 1986 se vuelve a repetir la historia en un caso que muy similar que muy bien pudo tener el mismo final... 
Pero eso es una incógnita en la que yo jamás sabré que fue de mi “niña gitana” y su “vientre indefenso”. Porque no he tenido jamás noticias de ella.
Granada Sandoval. (Todos los derechos de este Blog estan registrados en la sociedad de autores)

martes, 17 de mayo de 2011

PRESENTACIÓN DE MI LIBRO PALABRAS Y VERSOS EN EL AZUL DE AL-ANDALUS



PRESENTACIÓ LLIBRE “PALABRAS Y VERSOS EN EL AZUL DE AL-ANDALUS” –

La poesía, el arte de dar belleza a las palabras, tiene la capacidad de hacernos leer varias veces un mismo texto hasta encontrar su tono más adecuado; cambian los ritmos, cambia de una lectura interior a recitarlo en voz alta, cambia según el lugar o la hora en que lo leamos... Podemos aprender de esta multitud de maneras de acercarnos a un libro, a un texto, como formas de ver la vida, no sólo el arte.
Varias voces pueden enriquecer la forma en que entendemos un sólo mensaje. Pero tanto como entender esa riqueza, es importante comprender lo que subyace la obra de arte original.
Granada Sandoval ha llevado su voz hasta estas páginas, para compartir su gran capacidad creativa y sensitiva con nosotros. En poesía, en prosa poética, reuniendo sensaciones, pensamientos y relatos. Los lectores vemos a través de esta ventana una parte de ese universo creativo, una forma de escribir y crear en forma de torrente, de ilusión, de la fascinación por provar empatía y compartir sueños, reflexiones y palabras. Los que la hemos escuchado sabemos de su forma ilusionante de escribir o hacer poesía, y su voluntad de que la ciudad se mantenga despierta a este tipo de creatividad. Y Cornellà, en la que promovemos un plan para fomentar la lectura como herramienta de crecimiento y conocimiento, tiene en cuenta este valor.
Mi más sincera felicitación por llevar a término esta obra, y mucha suerte.

Antonio Balmón
Alcalde de Cornellà de Llobregat

AGRADECIMIENTOS

En el apartado de agradecimientos, quiero mencionar a mí familia
Darles gracias por soportarme toda una vida robando tiempo a ellos para darme horas a mí egoístamente, gracias por entender la necesidad de aislarme en la parcela literaria, en particular a mi hija por su comprensión y paciencia, a Manolo por el ánimo que me ha dado, por su amistad, por su cariño y por su compañía.
Gracias a los amigos porque cada vez que les he leído algo me han estimulado con sus elogios.
Gracias a los compañeros por su comprensión y por su respeto, no pongo nombres porque tengo la suerte de que son muchos y no quiero olvidar a nadie, yo sé los que son y ellos saben que están ahí en un lugar preferente.
Gracias al ayuntamiento de Cornellá, por dedicarle tanta atención a la cultura, gracias por el apoyo y subvenciones ya que sin ese soporte este libro no habría visto la luz.

                              
                                           Granada Sandoval

Año 2010

OPINIONES.
Poeta del sentimiento apasionado

Granada Sandoval escribe por necesidad vital, sus textos son el avenamiento de esa riqueza imaginativa suya que se desborda y se le derrama en versos o en prosa apasionada en esos espontáneos soliloquios, en los que “avanza sin parar, ansiosa por decir cosas, por denunciar cosas, por defender cosas…”

Su poesía es el espejo en que se refleja todo lo que de bello y bueno perciben sus sentidos, es ese “regusto de la sensibilidad” al que hace referencia en su poema “Divagando”. Y también lo es ante el júbilo que le produce la llegada de un nuevo ángel al redil de la familia:
           
Eres la luz de amor que me envenena
en el mar de palabras que me acosa.
Eres, con suavidad de mariposa,
mi flor de raso azul de sangre y vena.

Naturalmente, también halla eco en sus versos todo lo triste que le golpea desde su entorno: las malas noticias, tan abundantes, el hambre y el  infortunio que padecen tantos, el clamor de pueblos enteros que sufren la asfixia de una tiranía opresora o el zarpazo de una Naturaleza enfurecida..

Estremecedor el testimonio elegíaco de ese otro dolor personal, íntimo, a la muerte de un familiar cercano. Una muerte que truncó una vida joven, alguien a quien la poeta llama “Mi querido David”
“El corazón del amor se desgarra en la tristeza y me voy a aferrar a la escritura por ser el único consuelo fiel que siempre me acompaña”.

Efectivamente, es su escritura la voz de sus sentimientos, de todos sus sentimientos. También de sus horas de aislamiento voluntario, cuando disfrutando del reposo idílico de su particular paraíso a la sombra del Ordal, aspira honda esa brisa y ese paisaje y plasma en rotundos endecasílabos la plenitud de su paz interior, de su equilibrio de ánimo, para confesarnos que

En mi retina la fuerza del paisaje
desdibujando una imagen presentida,
en la ilusión un momento de añoranza
y el embrujo de una forma concebida.

Todo cuanto escribe es expresión de su verdad, nada es frivolidad o ficción, incluso cuando fantasea sobre la fundación de Elvira, la antigua diócesis romana que Plinio refutó como una de las ciudades más importantes de la Bastetania, se atiene a la referencia histórica que dan algunos autores sobre el asentamiento inicial de la actual ciudad de Granada.

Leer este libro es repasar no solo la biografía, sino también el mundo ideológico de nuestra poeta. Todo ese mundo palpita en sus páginas. De esa raíz brotan estos versos y estas prosas en las que está omnipresente su vida, sus inquietudes y su amor por todo y por todos los que la rodean o fueron cercanos a ella en algún tiempo pasado y ya no están a su lado en forma visible, pero siguen cercanos en su pensamiento y en su afecto.

Quienes conocemos personalmente a Granada Sandoval, la identificaremos plenamente al leer estas páginas; quienes no la conozcan en persona, leyéndolas acabarán sabiendo quién es y cómo es nuestra gran poeta. Este libro es el retrato fiel de sus fobias y filias, de su rebeldía y de sus amores, de sus logros y sus quebrantos, de su sentido de la justicia y de sus principios morales y humanísticos. Es un fiel retrato de su persona y de su obra.

Amigo lector: Tengo el gusto de  presentarte aquí, en este libro que tienes en tus manos, a la presidenta del Círculo Artístico y Literario El Semillero Azul.


                                               José Bretones Salinas


ATARDECER DORADO

Hay atardeceres de otoño que superan en belleza a las azules mañanas de primavera; te inspiran templanza, abren tus sentidos e indican que el dorado de la vida es el cúmulo de la sabiduría humana y que conjuntamente con la experiencia hace que la fuente de la sensibilidad se desborde.
Granada Sandoval se refleja en lo expuesto; es una de esas especies florales compuesta de mil colores, que no sabes si le viene de la tierra hechizada donde nació, o fue un conjuro de los astros para darle la esencia que emana de su corazón; porque ella a diferencia de otros ya nació sensible y poeta.
Bendita sea la enajenación del escritor porque sin ella el calidoscopio no sería diferente.
En este inexorable y a veces espinoso camino de la vida poética me encontré con Granada Sandoval, fue algo con lo que la Diosa fortuna me obsequió. Leer sus poemas fue el principio de mi atardecer dorado; cogido de su mano empecé a entender el significado de la poesía, se me abrieron los sentidos para ejercer correctamente el dominio poético, ya que sin él jamás habría alcanzado la satisfacción de cubrir esta necesidad vital que me ayuda a fortalecer el alma en este difícil camino de ir tirando de la vida.
Es bueno encontrar personas así que nos orienten constantemente a quien de verdad sentimos el amor y el respeto por las letras.
Gracias Granada por ser mi amiga, por ser de mi tierra y por fundar ese rincón maravilloso del Semillero Azul, donde otros muchos al igual que yo, encontramos esa  mezcla de todo donde el espíritu se sacia en la desesperada ansia de aprender.

                                 Manuel Gómez Serrano                                  


viernes, 8 de abril de 2011

YA SOY UNA GAVIOTA



He vivido siempre entre la luz del amor y la palabra.
De allí he recogido fuerzas para decir mi repulsa
hacia el engaño…¡Mi voz siempre huyó de la injusticia!
Solo he estado tranquila cuando he luchado
contra la maldad que se extiende por la vida.
Nunca bajé la guardia, mi deseo fue poner al inocente
en el pabellón más alto del amor y la justicia.
Solo he buscado la paz, ¿Es pedir demasiado
a esos que viviendo en la cumbre entierran
en arenas desérticas los derechos del hombre?
Creo que no… pero mi esfuerzo se fue quedando al aire
porque  llegó un día que dejó de ser yo para ser solo silencio.
Se me fueron achicando los sueños conforme me hice mayor.
Dejé atrás los anhelos para ser fuerza en los hijos.
La vida se me enredó como un redondel sin horas.
Me acostumbré a no pedir nada, a ser solo suspiro,
Una sombra sin palabra porque me llegó el invierno…
En el mapa de mis carnes tengo escrito un libro
que cerrando los ojos se puede leer con los dedos.
Un día buscando entre las hojas de su tiempo
descubrí que se me había olvidado gravar en el los
sueños y entonces me convertí en gaviota.
Un albatros, que en cualquier momento se irá por los
Aires en busca de mares azules y caminos sin regreso.

domingo, 13 de marzo de 2011

NADA


(Dedicado a todas aquellas personas que aún estando acompañadas sienten la inmensa soledad y tienen deseos de decir estas palabras, en especial para Genoveva)
NADA

Entre tú y yo no queda nada
No queda ni un resquicio de luz
ni un rayo de aquel tiempo de amor
que fue en su día la base principal
de un gran proyecto.
Ahora la vida transcurre insoportable
igual que un lastre, sin horas, sin interés.
Los días pasan lánguidamente, sin ningún
aliciente por las paredes del alma.
Todo es frío, triste, silencioso
todo es un túnel sin fin por donde
el tiempo pasa como un animal
al acecho matando poco a poco
cualquier atisbo de ilusión que pueda
resurgir entre nosotros.
Por eso no queda nada, nada queda ya
en este pasadizo de aburrimiento.
No quedan risas, ni palabras, ni deseos
ni un gesto tan siquiera que pueda detener
esta agonía que avanza siniestra por la casa.
La vida transcurre entre nosotros
como un espectro sombrío, pasa
entre los dos envejeciéndonos
con esa lentitud tan cruel que trae
la muerte cuando viene con el dolor
del sufrimiento.
¡Quién lo iba a decir hace unos años
cuando todo parecía leña y fuego!
¡Quién podía imaginar que llegaría
este tiempo sin sentido, este espacio
sin razón, sin aliciente, estos días
que pondrían a nuestro corazón
en un océano de hielo!
Ya ni los recuerdos apetecen
Todo es aburrido, rancio, hueco.
Todo es rutina insoportable
que se deshiela lentamente entre
nosotros.
Pasan los días, pasan los meses
los años, el tiempo es como un
andrajo inservible por el tiempo
y nosotros somos dos seres inútiles
incapaces de reactivar ni un átomo
de luz en estos cuerpos sin aliento.
Se nos arrugó la ilusión hasta el extremo
de ser estéril y sombría.
Todo estéril y triste, lo mismo que la piel
que sigue envejeciendo sin un rastro
de esperanza en unos años inciertos.
Ahora, la soledad lo abarca todo
la casa, las paredes, los encuentros
todo, todo llega envuelto en la
tristeza que nos llena cada rincón
del cuerpo.
Hay días en los que mis ojos
desbordados de tanta soledad
tanta tristeza, se atreven a bañarse
en el infernal lago de la pena
y lloro, lloro sin cesar, sin tregua
mientras tu, te vas cobardemente
sin atreverte a preguntar el motivo
de mi llanto, ¿Para qué preguntar?
Tu ya sabes la respuesta desde hace
mucho tiempo, ¡Mi dolor, mi llanto
mis amarguras, todo es por que
entre nosotros todo ha muerto!
¡Porque no queda nada!¡Nada
que nos recuerde aquel mundo
de amor que un día fue nuestro!

De mi libro PALABRAS Y VERSOS EN EL AZUL DE AL-ANDALUS que sale a la venta a finales de este mes)
                             Granada Sandoval




lunes, 7 de marzo de 2011

SIEMPRE

SIEMPRE HABRÁ UNA LUZ

Siempre habrá una luz oculta
donde una ilusión se apaga
y una esperanza nacida
detrás de una hora amarga

Siempre habrá un rayo de sol
después de una tarde parda
y una rosa en el camino
que alegre la caminata.

Siempre quedará una luz
que alumbre la madrugada
y unas migajas de amor
para quien no tiene nada.

Siempre habrá una risa fresca
y una estrella en la mañana
para alumbrar el sendero
cuando se oscurece el alma.

¡Siempre habrá una estrella, siempre
y un camino de esperanza
mientras que exista un poeta
que cultive la romanza!

Granada Sandoval

sábado, 5 de marzo de 2011

EL MILAGRO DE LA VIDA



EL MILAGRO DE LA VIDA.

Un día, entre el sopor de mis tinieblas
sentí una sensación suave y precisa
correr por los recodos de mis venas
cargada de ilusión y de sonrisas.
Busqué por el remanso de tristezas
que había por los engaños de mi vida,
allí donde se ahogaban los sollozos
en un lago de sangre resentida.                                                                                         
Repasé sensaciones y silencios
porque sentía renacer una luz viva
poniéndole a mi piel color de sangre
y a mi boca el olor de la Artemisa.
¿Será posible Señor? ¡la carne se me esponja
sobre el vientre! ¡ la siento que respira!
Los senos se me están volviendo fuentes.
La sangre es un volcán en carne viva
que alimenta los latidos de mi pecho
para que cuaje otra sangre con la mía.
Mis ojos, que eran tristes se renuevan
brillándome con rayos de alegría
y se van soñadores a los cielos
incrédulos, ¡milagro! ¡Maravilla!                                                   
¡Mis labios se estremecen de plegarias!
¡Qué dulce sensación! ¡Qué luz divina!
voy juntando las manos sobre el vientre,
temblorosas, ¡Y el vientre se me ensancha!
¡Me palpita! ¿Será posible Señor
que en mi cintura, se esté formando
el milagro de la vida? 

3-9-76.

martes, 1 de marzo de 2011

COSAS PEQUEÑAS


TE ESCRIBIRÉ MIS POEMAS

Te voy a escribir un poema en el pequeño espacio de un suspiro.
En el interrogante de mañana, en el día y en el viento.
Te voy a escribir un poema en el perfume de la orquídea,
en el rayo de Sol que te acaricia, en la gota de agua que resbala.
Te voy a escribir un poema en todas las cosas pequeñas
que componen la armonía y el silencio.
Te escribo en un arrebato de ternura
para que tu eres consciente de que el amor y la grandeza
suelen estar siempre entre las cosas más pequeñas.
Por eso te escribo este poema para que tu puedas hacer
un universo con muchas cosas pequeñas.
Te escribiré en el silencio, en el brillo de una estrella,
en la hora complacida cuando mi alma te sueña
te escribiré continuámente con mil frases de pureza,
entre la flor del olivo, para que tu siempre sepas
que la grandeza se oculta tan solo en las almas buenas.
Yo estaré amiga mía contestar a tus poemas
con fragmentos pequeñitos cogidos de mi carpeta
Para que formes un ramo de alguien que te recuerda
Porque sembraste cariño una vez sobre mi senda.