martes, 12 de febrero de 2013

MIS NOCHES BLANCAS,

      
 POEMAS DE GRANADA SANDOVAL
                          
                       INVIERNO      

Es la frialdad del invierno un silencio sobre el alma deslizándose  sin tregua con blancura nacarada, caen las horas y las lunas, caen los años, como el agua que se disfraza de blanco con su virginal mortaja, la luz se viste de brillos, la esperanza de nostalgia y el corazón de la vida de ternura y seda blanca...¡Que hechizo tiene el invierno con su disfraz de nevada!    
TODOS LOS POEMAS AQUÍ DESCRITOS PERTENECEN A MI LIBRO ( SUEÑOS)
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En esta mano extendida va mi voz hecha girones
En cada línea marcada desde el pulso a los tendones.
Mi corazón andariego dejo su fuerza plasmada
en cada latido intenso fijo pulgada a pulgada.
Mi vida, cinta reseca, se fue quedando en sus huellas
siempre soñando imposibles camino de las estrellas.
Pasará el tiempo arrasando, huracán que pasa y pasa
por el mapa de las manos en fuego que siempre arrasa,
Pero en las huellas escritas que van dejando mis huesos
Se quedarán para siempre flores de palabra y versos


SUEÑOS
Desde el jardín de la ilusión, viene hacía mi el amor 
con suave aleteo de fantasía.
Mi corazón, pájaro de juventud inconsciente,
parece un remolino insaciable de cariño.
Me duele el alma en la ansiedad de tenerte cerca.
Mi boca da constantemente besos en la almohada.
De mi garganta escapan a raudales las palabras
con un solo sonido…¡Amor…amor amor!
El tiempo busca solo un camino…¡La esperanza
de que un día no lejano recuerdes donde estoy!
Puede que alguna vez la fantasía se haga realidad
y yo pueda tenerte entre mis brazos.
Tenerte aquí, entre mis dedos, que tu carne, caudal de agua fresca en esta sed de amor que solo es sueño, palpite de nuevo entre mis manos con locura.
Qué tus ojos verdes, luna de mi vida solitaria,
vengan otra vez alumbrando sin reparo 
estas horas sin luz que me acompañan.
Quiero oír el susurro de tu voz, sonata clara
que una vez arrulló mis soledades…
¡Que venga a traer otra vez unas notas de armonía 
a este tiempo vacío y sin cantares!
                                                Granada Sandoval.


MIS NOCHES BLANCAS


Hay veces, cuando las noches se alargan y la soledad se hace desierto para que brote el llanto, que yo, sigo prendida a la palabra.
Me introduzco en el verso con ansiosa incertidumbre.
Me atormenta el insomnio, siento miles de puntos
 negros luchando en mi cabeza, como deseando ordenarlo todo, pero como la mente es absurda, tozuda y tormentosa, no para de traer a mi memoria cosas del pasado, son recuerdos que resbalan una y otra vez intentando distraerme, partículas desgastadas barajando sueños rotos como peleles muertos...¡Lucha inútil de la mente por dar vida a lo imposible!
¡Lucha absurda, por resucitar proyectos perdidos, sueños falaces, promesas volubles como livianas mariposas!
Pobre ilusa, no me doy cuenta que son latidos deshilachado de ilusiones olvidadas, fantasmas del pasado que vuelven solo para dañarme en los recuerdos.
Estas noches suelen ser eternas, tristes, solas, tan inmensamente solas, que son como lagunas cargadas de tormentas.
En esas noches, me siento como una marioneta, pensando como muerta cosas tan tristes como estas…
                                     Granada Sandoval.

¡Mañana seré un árbol de mil ramas resecas
para colgar los verso de estas noches eternas!
Mariposa de versos…¡Sigue colgando poemas
sobre las ramas tristes de soledades viejas! ¡Adorna bien sus brancas!  
Qué luzcan bien cubiertas... 
¡Para que todos vean con la pasión que arrancas cientos de noches blancas! 
¡Miles de noches muertas!
                                              Granada sandoval



EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE JUNIO. (Dialogo de intimidades)

A veces, cuando en la soledad de la noche se me cierra el mundo, las palabras empiezan a danzar en redondo resbalando por los versos, después, se extienden en abanico dando aliciente a mis desvelos y adornando mis inquietudes, es entonces cuando escribo multitud de cosas que me sirven para desatar el alma desatorando tensiones.
Esta noche es una de ellas, estoy empezando a escribir repasando recuerdos y emociones que dejaron su huella en el tapiz de los sentido, señales fijas para que en momentos como este puedan salir a flote sirviendo de consuelo.
Estoy escribiendo embriagada en el pasado, estoy viendo como el alma se dispara jugando con frases entre una lluvia de versos, siento sensaciones que van formando imágenes de cosas incompletas, cosas que se quedaron entre deseos y sombras.
Es una noche de junio de un año cualquiera, noche templada y pegajosa que se engancha a la piel resbalosa de sudores, el sueño es una meta imposible en noches como esta, por eso busco en la escritura un soplo fresco que insufle tranquilidades al corazón y al alma.
El pulso está sobre la raya del cansancio, es el eslabón principal del insomnio, conforme voy escribiendo siento la mente más despejada, se aflojan las inquietudes entre el teclear del ordenador y la música de Mozart, embobada entre arpergios hay momentos que parece me quiero elevar al infinito, los sonidos perfectos y la sensación placentera inunda por completo mis emociones. 
La noche se va convirtiendo en armonía  envuelta en trémolos acordes y pensamientos, me olvido del calor de la incomodidad del desvelo y del cansancio. En este momento no se si sueño o escribo, si estoy dormida o despierta, pero se que me siento protagonista de un momento mágico, lo único que siento es una sensación de éxtasis envuelta en una sinfonía perfecta de un concierto maravilloso. Entonces la imaginación se dispara imprevisible abriendo puertas a la fantasía, el pensamiento toma forma palpable, veo que alguien se aproxima a mi lado suavemente mirándome en silencio, se sienta junto a mí haciendo un gesto de complicidad, se pone un dedo en los labios y con los ojos me dice que continúe escribiendo.
La noche se hace íntima, soportable, elástica, perfumada, los galanes de noche, los tilos y los jazmineros derraman aromas embriagadores, la suavidad de la música se va enredando en los sentidos, se va apoderando con su magia, del aire del corazón y de las horas, las venas se  hacen arpa al compás de los latidos, se diluyen las sombras entre rayos lunares, toma vida la vida en mi acompañante que me coge de las manos depositando un abultado cuaderno, al abrirlo veo que es un cuaderno de poemas, un manuscrito original, me enfrasco en la lectura, son poemas preciosos, fragmentos de canciones y baladas de amor. La sensibilidad me pone al borde del sollozo, me siento la protagonista de cada uno de los poemas... Sin embargo no soy yo quien gime desconsoladamente. 
Dejo de leer, al levantar los ojos veo a mi acompañante con los ojos entrecerrados y las mejillas brillando de lágrimas, le pregunto el motivo de su desconsuelo, se pone un dedo en los labios rogando mi silencio...Hay un espacio entre los dos de diálogo secreto, después me señala el cuaderno, percibo en su mirada un mundo de agonía, un mundo de dolor escrito en aquellos versos que sangran desamores, con los ojos me ruega que le lea los escritos, me tiemblan los labios pero empiezo a recitar de forma suave y cadenciosa...
Tú y el aire, sois mi aliento...
Ni te veo ni te siento,
pero sé que estás conmigo
siempre alerta, siempre a tiempo.
A veces como un castigo.
A veces como un tormento.
Otras... tan solo el amigo
que escucha mi sufrimiento.
Eres tan imprescindible,
tan sencillamente atento,
tan eficaz y tan libre,
que siempre se me hace lento
estar contigo y tenerte
dentro de mi sentimiento.
Eres en mi, fuente fresca,
donde refresca sediento
este dolor de amargura
que me corroe por dentro.
Por eso siempre, mi amigo,
consuelame este tormento,
porque tu mejor que nadie
conoces como yo pienso.
Ten mi verdad y mi mentira,
mi agonía y desaliento,
el fuego de mis cantares
y el dolor de mi silencio.
Bebe conmigo la copa
de desamor y lamento,
donde se ahoga mi vida
entre la sangre y el cuerpo.
Por eso ven junto a mi 
para saber lo que pienso,
para dejar en mis manos
desnudo como un espejo,
estos versos de mi vida...
todo este caudal de versos...
¡Mi alma mitad tu alma!
¡Mi cuerpo mitad tu cuerpo!  
                                                      Granada Sandoval.                    


Todo mi ser late con un temblor único, un temblor que solo yo conozco, el corazón me palpita como un pájaro dentro del pecho, noto la voz como una lluvia de estrellas en el lago celeste de la noche, noche que es, irreal y transparente; en el aire danzan dos almas difuminadas entre arpegios, yo continúo leyendo mientras suena la música de Tarrega, "Recuerdos de la Al-Ambra", los trémolos cálidos y armoniosos abren los sentidos, entre rumores de hojas, trinos de pájaros, y el temblor del viento, el sonido del agua se adentra por el alma y un sueño reparador y tranquilo hizo que sosegara mis inquietudes en una agobiante noche  de junio con un calor pegajoso.
                                                                          Granada Sandoval.

NIEVE DE FEBRERO 
Con el pensamiento suelto y la esperanza cansada,
una tarde gris y triste, lentamente paseaba.
Las horas se me morían vestidas de seda parda,
trayendo olas de viento y besos de nieve helada.
Yo, caminando en silencio, en mis oídos sonaban
aullidos de lobo triste, silbidos de cobra amarga.
Flojo y sordo sopla el viento, parece temblor del alma,
y el cielo se desmenuza en copos de nieve y laca.
La gente avanza en silencio, como el que no siente nada,
y en el cielo culebrean serpientes de nubes malas.
Un hombre pálido y serio mira mis ojos y calla
mientras se frota las manos cogiendo la nieve blanda.
Tormenta dura y tardía, murmura, febrero ataca,
las tormentas de febrero matan el fruto que cuaja.
El cielo como una niebla que cubre silencio y alma
parece un pasillo espeso donde la vida se acaba.
La nieve cae lentamente, espesa y gélida, ataca,
queriendo cubrir al mundo en su gélida mortaja.
Transparente en su blancura va recubriendo las casas
las calles las azoteas los caminos y las plazas.
El horizonte se espesa como una sábana blanca
igual que viste una novia que quiere ser desposada.
Los copos como jazmines, como el algodón en rama,
dejan un sabor helado metiéndose en la garganta,
poniendo hielo en la sangre y en la piel color de plata.
Los hombres, van por las calles angostas, sin esperanzas,
sin trabajo, sin salario, algunos hasta sin casa.
¡Mala frialdad de febrero para la fruta que cuaja,
y malos hielos enfrían los corazones de España!

Un febrero de 2012 en plena crisis mundial.
                                                                     Granada Sandoval



Lágrimas y palabras

Las palabras son como las lágrimas, extensas inmensas dulces alegres y a veces tristes y amargas,
Son el regusto del sentimiento, que aflora hacia el exterior para dejar tranquilidades en el talismán del alma, son los impulsos que destilan las fuerzas interiores, sirven para sosegar erosiones que se hacen  entre la sangre y la piel, son limpiadores imprescindibles motivados por momentos intensos.
Hay lágrimas dulces, tiernas, suaves, que son plumas finísimas resbalando claras, pureza que acaricia el alma en horas de amor y felicidad, esas son lágrimas únicas que jamás sabrán de odios ni de rencores porque son perlas de rocío alimentando los valles de la vida, esas lágrimas son las que forman el oasis  perfecto y protegido en el país de los sueños.
También hay  lágrimas negras que emborronan y enturbian todo  para hacer de la luz noches tenebrosas, esas son nubarrones oscuros en el tapiz del mundo.
Hay lágrimas  rojas de sangre inocente, clavellinas que empapan la tierra, escribiendo pergaminos en la historia vergonzante de los tiempos.
Hay lágrimas verdes, esas son gemas de esperanzas que rebosan ternura cada vez que nace un niño, esas pertenecen a la seda inigualable en la pureza más limpia de la raza humana.
En las lágrimas hay de todo, como en las palabras, las lágrimas y las palabras son la gama infinita que alfombra la diferencia de todo lo nacido, ambas son flores del corazón nacidas de un volcán íntimo, las letras y las lágrimas salen como bandadas de pájaros aleteando el aire, son estrellas abanicando sueños, sedantes adormeciendo llantos y avivando luciérnagas de luz en el desierto agrio de este latir de venas.
Palabras y lágrimas, lágrimas y palabras, ramos de latidos de los ojos y los labios.
Mis palabras de hoy llevan olor de lilas, sabor de madreselvas, batir de alas blancas, frescor de agua clara, con luces de lunas nuevas. 
Mis letras de hoy van saliendo para dejar colores de paz,  sonido de armonía en este tiempo extraño, donde el corazón no encuentra los racimos sinceros de la verdad mas clara.
Por eso hoy voy pintando millares de palabras con el color del consuelo de mis mejores lágrimas...¡Es el mejor pañuelo pintado de flores blancas para traer primaveras al futuro de las almas!
                                                                                 Granada Sandoval



 ALMA GEMELA. 

(Dedicada a Miriam Barri, poetisa argentina esclava de la perfección en el soneto)

Intuyo una pena en ti, en tu palabra,
destilando tristezas y agonía
que trasmite a mi pulso incertidumbre
de pena similar, una empatía
que se pone a la par de tus impulsos
cuando frenas de golpe tu alegría.
que solo por nacer nos pertenece
¿Que es esa pena que ensombrece
  el rincón más hermoso de tu vida?
Algo te va inyectando soledades
en amargo suplicio, a sangre fría,
aun sabiendo que tu eres mariposa
que renaces y mueres cada día.
¿Quién intenta cegarte los veneros
recortando tus alas prenda mía?
¿Quién quiere limitar tus emociones
siendo fuente dorada, luna y brisa
con un punto final al horizonte
y un racimo en agraz de la campiña?
¡Ponerte trabas a ti que has nacido
amante de la aurora y la alegría!
¡Que das nombre y color a cada cosas
dibujando  paisaje y sinfonía…!
Eso es dejar al mundo sin colores
con el gris de una gris monotonía!
¿Qué te duele a ti, reina del verso
para que de tu voz tanta agonía?
Amiga de sentir y de inquietudes...
¡Tu alma es paralela con la mía
en este atardecer que nos ocupa
barajando otoñal a la deriva..!
Vamos a dejar puertas abiertas
de par en par al ritmo de la vida
poniendo el corazón marcando el paso
en toda la hermosura permitida...
¡Sin que el dolor nos manche el equipaje
con herrumbre de sal o hiel cobriza!
¡Vamos a despejar el horizonte
en volcán de palabras concebidas
hasta lograr batir alas de nuevo
en azul deslumbrante y nueva brisa!
¡No caigamos al lagar de la nostalgia!
¡Levantémonos con fuerza cada día
hasta poner el mundo por montera
con corona de verso y siempre viva!


                                                  Granada Sandoval

                     
 EL DÍA QUE ME VAYA

Cuando mi cuerpo se vaya
dejarme la puerta abierta
que me gusta volar alto
camino de las estrellas.
Que nadie sufra por mí
porque me dejo una herencia
dibujada en cada verso
y en cada palabra impresa.
Cuando me vuelva invisible…
jamás me cerréis la puerta
porque vendré muchas veces
cuando nacen las violetas.
Por eso cuando notéis
un olor a madreselvas
pensar que estoy entre flores
para recoger esencias.
Recordar cuando me vaya,
dejarme la puerta abierta
para que mi verso entre
sin nada que lo detenga.
También quiero que no haya
ningún luto o negra seda
que nadie llore mi muerte
ni funerales ni ofrendas
porque nada necesita
el alma cuando se ausenta,
solo quiero algún recuerdo
en los labios del  poeta
acompañando mi ausencia
camino de las estrellas.
Por eso cuando me marche
nunca me cerréis la puerta
porque vendré hasta vosotros
cuando nacen  las violetas.
Una flor que se parece
a mi vida anacoreta
siempre oculta en el rincón
preferido de mi senda…
Una flor pobre y humilde,
lo mismo que  yo, pequeña…
¡Abnegada soñadora
y amiga de los poetas!

                                      Granada Sandoval






EL PASO DEL TIEMPO.

Tener tuvimos de todo
en los pasillos del tiempo.
Nuestro paso por la vida
fue resbalando en reguero
de cosas incomprensibles
por los rincones del cuerpo.
Nuestra vida fue retales
escritos sobre el silencio
cuajado de menudencias
y transcurrir inconcreto.
La convivencia fue dura,
por los cristales del pecho
restos de horas perdidas
en un rosario de encuentros.
Un cielo de nubarrones
fue tamizando deseos
dejando solo las manchas
de muchos descuidos viejos.
Señales, solo señales
en las páginas del tiempo
 fueron remarcas de espacios
en un desván inconcreto.
Rincones de oscuridades
que se ahogaron en silencio
perdidos entre las sombras
de llantos y de secretos.
En los ojos la tristeza
de amarillos terciopelos,
entre los labios la vida
sellando cosas al viento,
en el corazón engaños
amortajados de sueños.
La piel, rosa renegrida
crucificada de hielo,
secándose en los espacios
oscuros de un mentidero.
La vida, pasillo oscuro
se volvió un andrajo seco
que a fuerza de no ser nada
fue una máscara del tiempo.

29-5-2011
                                             Granada Sandoval

DESENGAÑO

 Algo se ha roto dentro de los sueños.
Un daño irreparable rompió algo hermoso,
donde deposité toda mi esperanza
La incomprensión ha roto la armonía.
Prefiero callar, no decir nada porque si hablo
escanciaré solo veneno de mi alma.
Me tragaré la hiel, no me pondré a tus niveles
ni daré margen al odio desmedido, prefiero
dejar en silencio todo el daño inmerecido.
seguiré callada a pesar del daño que hiciste
poniendo un resquicio de luz que me consuele…
¡Son las frases que escribo en esta esquela
donde quiero decir..digo… que un día injustamente,
sin motivo, diste muerte al amor con el olvido!

                                                        Granada Sandoval.




De nuevo estoy aquí, cansada y mía.
Con el dolor de ayer llorando en paño
la sin razón rodando en la porfía
y el corazón abierto al desengaño.
De nuevo estoy aquí, poniendo un lirio
a mi dolor de ayer adolescente
para clavar otra cruz en el martirio
de piedra rodadera en la pendiente.
De nuevo en soledad desoladora
sin otorgar perdón ni redimirme
buscando la ranura destructora
abierta en los recuerdos para herirme.
De nuevo otro momento de agonía
rebusca rosa blanca de consuelo
rasgando la palabra en el desvelo
en otra noche larga seca y fría.
De nuevo un tragaluz por el delirio
en seco palmeral de pecho abierto
va ciego sin destino en el desierto
del corazón cansado que ya es cirio.
De nuevo por el pulso del momento
el alma se me va resquebrajada
buscando sin saber que ya no hay nada…
¡El tiempo que se fue ya es tiempo muerto!

                                                                    Granada Sandoval

DESPUÉS DE UN RECUERDO AMARGO EL RECUERDO 

DE UN AMOR IMPOSIBLE ES UN ALETEO DE PLUMAS

QUE PUEDE REVIVIR UN ALMA.




Desde el jardín de la ilusión
viene hacia mi el amor con un suave aleteo de plumas.
En ese instante el corazón se me llena de juventud
e inconscientemente va latiendo insaciable.
Me duele el pecho en la ansiedad de tenerte cerca.
De mis labios se desprenden suspiros que aletean
sobre la almohada suavemente.
De mi garganta desean salir borbotones de palabras
que dicen...¡Amor...amor...amor...
y el alma se escapa hacia un camino abierto a la esperanza.
Amor lejano e imposible, quizá un día no muy lejano
tu te hagas realidad y yo te pueda tener entre mis brazos...
entre tanto me conformaré con susurrar
unas frases que un día exclamo Federico...
¡Amor...amor...amor amor y eternas soledades!

                                                                    Granada Sandoval


MI ALMOHADA

Mi blanda y limpia almohada
de fina tela bordada
donde reposa mi frente
cuando la dejo cansada
de mi lucha entre la gente.

En ti se acaba el barullo
cuando tus mimos de arrullo
besan mi frente sureña.
Te esponjas como un capullo
para acunar a tu dueña.

En ti dejo mis desvelos.
Tú reavivas mis anhelos
con tu sedosa blandura
y me subes a los cielos
abrazada a tu finura.
  
En tu sedal preferente
mi descanso es diferente,
pues se alivia mi sufrir
con solo rozar mi frente
reposando sobre ti.

¡Mi blanda y limpia almohada!
En ti es mi fiebre cortada
y mis desvelos dormidos
mi esperanza alimentada
y mis temores vencidos.

Nadie como tú me entiende
cuando mi dolor se tiende
a recibir tu caricia…
¡Te busco  con avaricia
porque mi fuerza se enciende!

Por eso, blanca almohada
de fino algodón bordada
te digo sinceramente
que siempre que esté cansada
iré a buscarte ferviente.

Tu eres mi amiga sincera
que me acoge zalamera,
y cuando me ves sufrir
una pena traicionera
me arrullas para dormir.

Si ves que lloro te ahuecas
y mis lágrimas las secas
con amor y con cariño
y como si fuera un niño
mis mejillas las resecas.

En ti vengo a descansar
cuando me encuentro rendida
por las cosas de la vida
porque me consolarás
por grande que sea la herida.
  
Se que tu contacto es dueño
de de protegerme en el sueño
 y quitarme los temores,
de disfrutar  mis amores
poniendo máximo empeño.

Por eso, siempre contigo,
yo en tus brazos, tú conmigo,
iremos la vida entera
compañera y compañera
formando este lazo amigo.

Querida y blanda almohada
mullida y algodonada
tierna como la azucena
de lágrimas empapada
y de mis secretos llena…

¡Tan solo quiero de ti
que no te alejes de mi
mientras me dure la vida
pues solo puedo dormir
entre tus plumas rendida!


Agosto 1964.                          Granada Sandoval




AZAHARES PARA LUISA DELIA.

Luisa Delia, ¡Qué hermosa estás
con traje de seda blanco
caminando hacía el altar
con el que te quiere tanto!

Tus ojos preciosa perla
de azabache peregrino
miran con rayos de luna
al dueño de tu destino.


Como un hada soñadora
niña de amor tempranero
lleva prendido en el talle
la simiente de un lucero.

Hoy te vistes de azahares
con tierno recogimiento
poniendo sello en tus manos
de alianza y sentimiento.

Toma este ramo de versos
con brisa de flor y mar
para que siempre recuerdes
que has jurado ante un altar.

Ama comparte y respeta
a quien es tu amor primero
elegido libremente
para ser tu compañero.

Piensa siempre en este día
que te vestiste de tul
para formar la familia
que siempre soñabas tu.

Camina siempre en la senda
del amor y la honradez
y cuando te veas perdida
busca los brazos de él.

Los dos vivisteis las mieles
primera esencia de amor
y venceréis siempre juntos
las tormentas del dolor.

No hay tormenta que destruya
la fortaleza de amar
si camináis codo a codo
sin ceder al avanzar.

El premio y la recompensa
será timón y alcazaba
de la familia que formes
con el doble de tu alma.

Yo te firmo este recuerdo
con tinta de de flor de azahar
para que siempre te acuerdes
que juraste ante un altar.

(A Luisa Delia y Vicente en el día de su boda)

 Delia.
Hoy buscando entre papeles me ha salido este poema dedicado a tu madre, es una de esas cosas que se van quedando archivadas sin saber por qué, creo que se lo di a tu madre lo que no sé es si lo conserva si no es así aquí lo llevas ahora.
                                                                        Granada Sandoval.
¡Qué solitaria es mi vida!
¡Mi vida qué solitaria!
Cuanta amargura en mi boca
y qué silencio en el alma.
Las horas van por mi pecho
entre lunas desoladas
buscando dónde arrimarse
a distraer la nostalgia.
El corazón se me muere,
nadie entiende su llamada
ni del pulso que se pierde
de un tiempo que se le escapa.
Miles siglos de silencios
brotan en la madrugada
buscando sueños perdidos
en senda desesperada.
Yo buscando, siempre busco
amigos de la palabra,
pero me ronda el engaño
por cada tarde que pasa.
Encerrada en la tristeza
mi vida sigue descalza
ahondando por los recuerdos

que me congeló la escarcha.
                                                                        Granada Sandoval.