domingo, 22 de agosto de 2010

Demasiadas cosas

                                     
    DEMASIADAS COSAS


Tengo demasiadas cosas.
Miro a mi alrededor y tengo demasiadas cosas, cosas que jamás voy a utilizar, cosas que no sirven para nada.
Tengo un montón de cachivaches inútiles, cacharros que se han ido acumulando a mí alrededor sin saber para qué.
Son cosas extrañas e inservibles, recuerdos alguna vez formaron parte de algo y se quedaron hay con sus formas desiguales
Con el único objeto de dar imagen a la memoria.
Hay vasos de cristal, muñecos de trapo, de madera, de peluche, monigotes que me miran con ojos perdidos y manos sin huella.
Hay cajas llenas de cosas que nunca séporque están, cosas que se multiplican cada vez más.
Muebles, zapatos, postales, montones de papeles que parecen tener vida propia. Cosas que se desparraman por mi casa acumulando polvo y exigiendo mi cuidado, ¡cosas que ordenar, cosas que limpiar, cosas que atender!.
Postales, banderines, cintas de colores, hilos, botones, miles de botones, Señor, ¿Para qué guardaré yo tantos botones?.
Tengo hasta una postal gigante llena de conejos dando volteretas, monigotes que parecen trozos de mi vida riéndose de mí al
Compás de una música atiplada y machacona.
Hay espejos, vitrinas, armarios con la panza enorme que tragan sin cesar cosas dispares.
En mi casa parece que se va a poner una escuela de Arte y Oficios, hay herramientas de todas las clases, hay pinceles, lienzos,
Un caballete, acuarelas, cuadros, ¡ ah!, ¡Y una hormigonera que suena a demonios cuando bate la mezcla, para una casa que parece que jamás se va a terminar!.
Además de muchas cosas tengo mucho ruido, ¡ Dios!, ¡ Con lo que me gusta el silencio!.
Me agobian tantas cosas, sofás, cortinas, alfombras, cojines, cepillos, escobas... ¡ Y horas de trabajo, muchas horas!.
Mi vida es un redondel de horas gastándose entre cachivaches, entre cacharros y cosas, ¡Cosas que limpiar, cosas y cosas... |
¡Y más cosas! ¡Señor!, ¿Para que tantos cacharros si yo solo quiero vivir tranquila sin complicaciones?.
Ahora más que nunca tengo presentes las palabras de Gándi  cuando dijo, “Para qué quiero doce tazas de café si solo voy a beber en una “ 

Además después de ver este vídeo de Adriana, me sobran muchísimas más cosas, por considerarme un ser totalmente absurdo al no haber sabido valorar ni aprovechar el privilegio de haber nacido totalmente completa.



El oasis de un poeta

REFLEJOS DEL ALMA





EL OASIS DE UN POETA
 

Estoy a solas conmigo

sin más alas que un suspiro,
sin más sonido que el viento
como único testigo.

A solas voy, tristemente,
con el corazón tranquilo
atento tan solamente
al ritmo de sus latidos.

Bajo mis pasos cansados
va la cinta de un camino.
pedregal de tierra ocre
donde florecen los lirios.

Los árboles se entretienen
con el viento envejecido
mientras mí cuerpo da sombra
a la sombra de un olivo.

Es un otoño cualquiera.
Uno más, que me ha traído
un ramo de versos nuevos
que brotan como un latido.

Resbalando por los ojos
llevo el génesis de un río
por dos vertientes marcadas
que ya nacieron conmigo.

Recogido en soledades
llevo un ramo de jacintos
hechos de seda indefensa
y de perfumes dormidos.

El corazón va despierto
en su compás oprimido
con la lluvia de cadencias
que voy dejando en un libro.

¡Gracias Señor!, Por dejarme
ser cantora en los caminos
y por no darme más cruces
de soledad y martirios.

¡Gracias!, Por darme la esencia
de la luz con la que escribo
y por dejar que mi alma
tenga éste Oasis de alivio.

¡Gracias por mis soledades!
¡Por las horas que respiro
y por el caudal de auroras
que van guiando mi sino!

¡Gracias Señor!, ¡Muchas gracias!
Por poner en mi camino
la luz de los sentimientos
y el calor de los amigos!

¡Dios! ¡Te debo tantas cosas!
¡Tengo tanto recibido!
Pasar y no darte gracias
no es de pecho agradecido.

Por eso, vaya este canto
tras del eslabón perdido
y que me tengas presente
cuando me llames contigo.