viernes, 6 de julio de 2012

AMORES POR UN POETA




Redondas y juguetonas
con faldas color de rosa
un grupo de campanillas
se decían estas cosas.
¡Qué suerte de haber nacido
a orillas de este camino
con este rosa tan fino
y ser todas tan hermosas!
Una dijo: ¡El otro día,
mi color tornasolado
se volvió rosa encarnada
porque vi con alegría
que un poeta me ha mirado!
Otra respondió coqueta;
¡Pues a me retrataba
con una maquina rara
y vi mientras que lo hacía
que su cara se ponía
tan roja como la mía
de amor cuando me miraba!
Otra dijo; ¡Pues a mí,
lo que yo puedo contar
no es por presumir de orgullo,
pero siendo yo un capullo
casi cerca del invierno,
recuerdo que tuve un sueño
y no es por ser indiscreta,
pero en mi sueño soñaba
casarme con el poeta!
Una campanilla chica
con su timidez rosada
silenciosa la escuchaba…
de pronto dijo, ¡Ay Señor…!
¡Ay Señor  si yo soñara!
¡Si entre sueños lo tuviera,
jamás, jamás me moviera
Para que no despertara!
¡Lo mimaría en mi sueño
abrazada en un arrullo
haciendo mi cuerpo suyo
para que fuera mi dueño!
¡Desde aquí veo cada día
celosa como otras flores
le regalan los colores
en una fotografía,
y yo, muerta de agonía
viéndolo beber olores!
¡Le veo como se inclina
les da versos, les da amores
y yo triste y arrugada
palidezco enamorada
sin recibir sus honores!
Las demás flores callaron
mirando a la campanilla
que se fue haciendo amarilla
con tímido movimiento,
poco a poco en un momento
se fue haciendo una bolilla
arrugando su faldilla
para taparse la cara.
Con expresión triste y rara
entre suspiros de  amor
toda se volvió dolor…
¡Reseca gris y apagada
en el suelo agonizaba
con forma de corazón!

(Este poema está dedicado a mi buen amigo Maximilano Cabezas Cruz que es el autor de está foto de campanillas que acompaña al poema)