CARTAS DE AMOR A FEDERICO GARCÍA LORCA
de Granada Sandoval.
(picar en el vídeo para leer con música)
INTRODUCCIÓN
Me gustaría poder transmitir a
través de mis escritos la ternura y la emoción que me embarga en estos
instantes, estoy empezando a escribir uno de los libros que más ilusión
me hace.
Han sido muchas veces las que
he intentado dejar constancia de mi sentimiento hacia uno de los personajes que
más huella dejó en mí, el que más impacto me hizo al leerlo, el que más
curiosidades despertó en mis fantasías infantiles.
Federico García Lorca, este poeta se puede
decir que abarcó la mitad del tiempo que por aquel entonces dedicaba yo a la
poesía.
Recuerdo que en casa de
mi abuela había una particular predilección por los libros de poesía, había muchos y
bastante variados, Lope de Vega, Garcilaso, Quevedo, Martínez Álvarez de
Sotomayor, Machado, Góngora etc. Pero los que más me gustaban a mí eran los de
Sotomayor y los de García Lorca, por Federico sentía una verdadera fascinación, Lorca
llenaba por completo las exigencias de mi espíritu que ya empezaba a despuntar
al sentimentalismo poético cargado de curiosidades e incertidumbres.
Tengo que confesar que la mitad de las veces me quedaba sin entender lo que se escondía tras los versos,
pero no por eso se terminaba mi interés por la lectura, al contrario, recuerdo
preguntarle mucho al maestro de turno por los escritos de Lorca, recuerdo
estar siempre preguntando cosas o pidiendo que me explicaran lo que no
entendía, de los diez a los catorce años tuve siempre un maestro que venía a darme
clases a casa para reforzar un poco la escasa enseñanza que por aquel entonces
se daba en los colegios nacionales, donde según mi tío Antonio, “se nos pasaba
la mitad del tiempo en horas de recreo, visitas al rosario y flores a María,
pero gramática apenas se nos enseñaba,” mi tío era conmigo muy exigente, como
ya he comentado en otros escritos, él fue quien me enseñó a leer desde muy
chiquita, con cinco años ya leía yo en los periódicos como un papagayo, él me
inculcó el amor por los libros, así que él, el “maestro cojo” “el maestro de
Triana” y el “maestro Prudencio” fueron los cuatro puntales donde se reforzó mi
sabiduría, de los siete hasta los catorce años; hasta esas fechas estuve recibiendo clases
alternativas de dichos maestros en las Cuevas del Campo hasta que me vine a
Baza, en Baza ya empecé a trabajar en un taller de costura y la afición
literaria continuó por mi cuenta y en secreto.
Del maestro Prudencio recibí
pocas explicaciones, se ve que le tiraba poco las cosas de Lorca porque se
limitaba a escucharme y decir “No te compliques con “ese” que es “raro” y
escribe “raro”, con aquellas explicaciones poco podía adelantar en mis
investigaciones, pero si aumentaba mi interés por desliar las
“rarezas” de aquel hombre al que se ensalzaba en secreto y se criticaba en publico, precisamente por eso yo me adentraba por sus libros con el ansia de descubrir las dudas que se abrían ante estas actitudes, Leer a Lorca era para mí un desafío.
Yo tenía doce años cuando murió
el maestro Prudencio, entonces me daba clases el maestro de Triana, con él pasé
muy buenos ratos pues era un forofo de Álvarez de Sotomayor, se sabía de
memoria un montón de poemas y disfrutaba como un loco recitándolos, recuerdo a
mi abuela embobada escuchando y yo muerta de envidia haciendo preguntas, me
aprendí varios poemas de este autor y empecé en secreto a escribir mis primeros
versos.
Luego este maestro se marcho
de Cuevas del Campo y empecé a tomar lecciones con el “maestro cojo” le llamo
así porque en los pueblos lo que perdura es el apodo y este hombre le debía el
suyo a la poliomielitis, nunca supe su nombre porque yo siempre le decía
maestro para dirigirme a él, era cuñado del otro, algo mayor y más serio, a mi
parecer bastante más preparado, sus clases eran duras, exigentes, todo cuanto
me enseñó perdura en mí como grabado a fuego porque me hacía repetirlo de
memoria hasta que consideraba que lo tenía todo bien aprendido.
Este maestro fue quien más me ayudó en mis investigaciones
lorquianas, él me enseñó el significado de la metáfora, los simbolismos
y sobre todo la métrica, me inculcó el ritmo musical y me enseñó a medir la
cadencia del verso, después me vine a Baza y perdí el contacto con él, alguien
me dijo que había emigrado a Barcelona.
Granada Sandoval
Granada Sandoval
Estos sonetos pertenecen a mi libro titulado CARTAS DE AMOR A FEDERICO GARCÍA LORCA, los tres fueron galardonados con el primer premio de poesía el año 1986 en el certamen de poesía del centro cultural Federico García Lorca de Barcelona.
Hoy deseo compartirlo con ustedes en memoria del poeta que nació el 5-6-1898
A FEDERICO GARCÍA LORCA
CARTA 1ª
Esta carta, que tiene semejanza
a una aguja que pierde su acerico,
hoy quisiera pintarle a Federico
un soneto medido en su balanza.
Tengo el pecho cosido por la lanza
oxidada en un sueño que edifico
¡Mil leones van oliendo con su hocico
esperando llenar de mí su panza!
Tengo el alma anegada de erosiones.
La carne flagelada por sicarios
y el cielo requebrado en nubarrones.
Me persiguen los buitres milenarios
sin darme tregua, sin ley, sin razones
para que pase no uno… ¡Mil calvarios!
CARTA 2ª
He preguntado, y nadie me responde,
quiero saber, ¿tu verso donde alcanza?
Voy rogándole al verso que me ahonde
hasta el límite azul de la romanza.
Quisiera saber ahora, cuando y donde
está tu verso amargo de esperanza,
inacabado, mustio, ¿Qué lo esconde?
¿Quién puso el nivel a tu balanza?
¿En qué tamiz o brizna que transita
está tu sentimiento y tu semilla
después de ahogar el verso de tu boca?
¿En qué lugar gravado de la orilla,
hermosa y milenaria estalactita
está tu verso inserto entre la roca?
CARTA 3ª
¿Dónde quedó tu dardo sepultado?
¿Dónde está tu razón y ensambladura?
¿Dónde estará tu tarde verde oscura
y el sueño de tu amor tornasolado?
¡Se te quebró en el pecho destrozado
por el negro trigal de la locura!
¡Un sayón puso luto a la ternura
dando un tiro al verso enamorado!
Hoy pregunto al tiempo en un soneto
contemplando que te cubren de aureola
los que fueron verdugos, ya concreto,
¿Cuántas veces se hará, qué a un alma sola
que se atreve a soñar y a ser discreto
lo maltraten a punta de pistola?
Granada Sandoval.
BUSCANDO A FEDERICO
Una
mañana de agosto
puse
alfileres al alba.
Fui
repasando injusticias
por
las tierras de Granada.
Conmigo
iba el recuerdo
amor
de una niña amarga.
Cruzando
vi por el río
su
sombra desconsolada.
El
verano, ya maduro
me
regalaba hojarasca.
Yo
puse por los caminos
mis
penas a buscar marcas
de
los pasos de un poeta
asesinado
en Granada.
Lágrimas
de compañera
corrieron
por la vaguada.
Encontré
huellas perdidas
y
prosas abandonadas
y un
campo frío y pajizo
como
el poeta cantaba.
Un
campo solo y amargo
igual
que su niña amarga.
De
las piedras del camino
unos
poemas gritaban
¿A
dónde está Federico
que
nos dejó abandonadas?
¡Si
lo ves, dile que venga,
que
despierte a su guitarra!
¡Dile,
que por las riberas
sus
poemas van sonámbulas
buscando
a su pluma alegre
para
que les ponga alas!
Dile
también, que los juncos
se
están bebiendo las lágrimas
que
lloran arrepentidos
los
ojos de su Granada.
Yo
suspiraba escuchando
un
guirigay de palabras,
eran
chopos granadinos
Que
en la brisa musitaban
¡Federico...
Federico…!
Escuche
dentro del alma
un
suspiro y un secreto
que
la tierra me contaba...
-Amiga,
si hubieses visto
la
noche que lo llevaban
arrastrando
su calvario
sin
más testigo que el alba.
Si
hubieses visto aquel día
cuando
él me regalaba
las
amapolas del pecho...
¡Me
las bebí como el agua!
Se me
ha muerto mucha gente
De
sangre tengo montañas
pero
no tengo una sangre
más
poética y más clara.
Se me
ha formado un poema
con
ella aquí en mis entrañas
que
es igual que una paloma
guardando
una rosa grana.
¡Que
nadie intente quitarme
este
tesoro del alma,
este
poema postrero
del
poeta de Granada..!
Yo me
callé con respeto
aumenté
un poquito el agua
y me
quedé repasando
la
injusticia de Granada.
Granada,
“Mora y sultana”.
que
a fuerza de ser coqueta
pasa
de sultana a reina
al
ser musa de poeta.
Gitana,
sultana o reina
cristiana,
roble o encina
¡Déjame
en el embeleso
de
escuchar tu “granaina”.
Una hermosa voz cantando una "Granaina" que llega al alma.
ROCÍO JURADO.
(picar vídeo para escucharla)
Y otro de los más grandes para dar los quiebros de voz en la "media Granaina"
Dº ANTONIO CHACÓN
Una hermosa voz cantando una "Granaina" que llega al alma.
ROCÍO JURADO.
(picar vídeo para escucharla)
Dº ANTONIO CHACÓN
(picar vídeo para escucharlo)
(Continuará, esto es una breve semblanza del libro Cartas de Amor a Federico García Lorca)
"Buscar los huellas de Federíco ha sido altamente difícil hasta ahora, hay un muro de incógnitas detrás de este poeta que tardaremos mucho en traspasarlo si es que alguna vez se traspasa" Así se expresaba Daniel Melgarejo, uno de los amigos de mi tío Antonio Santander cuando se reunían en mi casa en largas tertulias literarias.
Los tres, mi tío, Daniel Melgarejo y DºFrancisco, "El cura pita" como se le llamaba con cariño en las Cuevas del Campo, eran asiduos en aquellas reuniones de grandes aficionado al ajedrez y a la literatura, todos los viernes por la noche cuando mi tío cerraba el bar se reunían allí para jugar una partida o charlar un rato, a veces también venía él medico, Dº Eduardo García Chicano Fernández y otro señor del río de Zujar que le apodaban el "Peribán" todos eran asiduos a aquellas veladas interminables donde abundaba el buen vino y las tapas aderezadas por el bien hacer culinario de mi abuela, eran reuniones apetecidas por todos ellos, casi ninguno solía faltar a la cita, recuerdo que después de jugar la partida se enzarzaban en largas conversaciones de política o sociales, mi abuela y yo nos manteníamos al margen, ella enfrascada en sus labores de punto y en espera por si mi tío solicitaba algo, y yo prestando toda mi atención porque de aquellas largas tertulias aprendí muchísimas cosas.
Allí se despertaron muchos de los retos literarios que me han acosado siempre y me replantee investigar a fondo las dudas misteriosas que se encerraban detrás de la muerte del poeta.
La poesía latía por mis pulsos, ya había hecho mis primeros versos, había leído bastantes cosas de Lorca y sacado mis propias conjeturas, por supuesto desvaída e incompletas, ya que se basaban en las palabras del maestro Prudencio, "No te compliques con ese que escribe "raro" y es "raro" esas frases fueron la espoleta que disparó mis curiosidades provocando todas mis atenciones, tenía que saber a que se referían esas rarezas, así que desplegando toda la perspicacia que era capaz por aquel entonces, en aquellas tertulia empecé a descubrir el doble sentido personal que envolvía al poeta.
He de confesar que tuvieron que pasar muchos años, se tuvieron que abrir muchisimo más las puertas de mi razonamiento para que yo pudiera alcanzar un mínimo de comprensión en la disparatada injusticia que se cometió con este hombre.(Continuará, esto es una breve semblanza del libro Cartas de Amor a Federico García Lorca)
Por entre la sombra, sombra
canción,
de canción discreta
en
aro de oro y cintura
con
perfumes de violeta.
Brisa
de pistola y luna.
Sueños
de enagua encubierta
por
amor de “Amor oscuro”
y
dolor de vena abierta.
Quiso
rasgar la cortina
con
voz de espada y ballesta
picando
en los muros grises
de
la laguna siniestra.
¡Hay
que cerrarle los ojos!
¡Hay
cerrarle la puerta!
¡Hay
que apagarle la luna!
¡Hay
que cortarle la lengua!
Un
sayón frío y absurdo
con
galón de pandereta
quiso
ser dios de justicia
en
su ley analfabeta.
Y en
una noche de lobos
sin
más dios que la escopeta,
“¡Le
pegaré cuatro tiros
Por
maricón al poeta!”
Granada,
callada y sola
ni
sufre ni se avergüenza
de
haber dejado sin flores
la
flor de la inteligencia.
EN ESTE ENLACE DE ABAJO PUEDEN ENCONTRAR UN ANÁLISIS QUE HICE YO SOBRE EL POEMA DE LORCA "LA MONJA GITANA"
(PICAR AQUÍ PARA VERLO)
http://esperanzasandoval.blogspot.com.es/2011/10/radiografia-de-un-poema-analisis-del.html
Granada Sandoval.
Si por los arcos del puente
el alba te ofrece nada,
si te agobia la corriente
y el pecho te huele a espada
recoge el blanco sudario
hecho de juncia en Granada.
Un fuerte olor de metralla,
quemazón de sangre, ensancha
el camino hacía las cumbres
entre la nieve y la escarcha.
La subida, un hombre solo,
va evadiendo la avalancha
de mastines que lograron
formar camino en la laja.
Lorca, cortando mansiegas
va formando su mortaja...
¡Se olvidó que los peligros
de las cumbres siempre bajan!
Granada Sandoval 23-7-1993
Aquí la caligrafía de Federico, algunos de sus dibujos y su rubrica.
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