SOBRECARGA
Siento sobre mis hombros
todo el dolor del mundo.
Siento la sobre carga
de los cuerpos desnudos
de las bocas hambrientas
de los gritos agudos
que sueltan cada día
los seres moribundos.
Por el tambor del pecho
restallan los fusiles
quemándome los fuegos
que lanzan los mísiles.
Arsenal destructivo
de los hombres cerriles
que revientan la tierra
soñando con desfiles.
Todo el poder del hombre
rodando equivocado
en explosión de bombas
y vicio depravado.
Tengo sobre los hombros
los seres inmolados
victimas inocentes
de hombres desalmados.
Sobre mi espalda cargo
el peso inexorable
de toda la inmundicia
de un mundo irresponsable.
Yo, que tristemente soy
débil irremediable,
por ser raíz de herencia
de un ser abominable,
me cargo el sobre peso
de un miedo sobrehumano
mezclado en la vergüenza
de ser un ser humano.
Por eso, escribo hoy
con el alma en las manos
Me siento como el Cristo
¡Nazareno de hermanos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario